El ecosistema acuático representa la mayor parte de la superficie terrestre.
La presión medioambiental a la que se someten las áreas pobladas por el hombre ha ido creciendo en las últimas décadas. Espacios naturales como las costas de la península ibérica, zonas lacustres o fluviales con gran huella antropogénica, se han visto negativamente afectados. En ocasiones esta contaminación es muy evidente a simple vista, como en el caso de vertidos de hidrocarburos como el crudo, petróleos o fueles, pero en otras ocasiones la contaminación es invisible, aunque no por ello menos perniciosa. Además de la huella ambiental que supone la contaminación, muchos tóxicos tienen potenciales efectos cancerígenos sobre la población, bien directamente o bien mediante la cadena trófica.
El objetivo final del estudio de un área contaminada
Es su control y descontaminación, para lo cual es imprescindible la correcta detección de los contaminantes involucrados en la zona. Un método analítico portátil que permita el análisis de muestras in situ reduciría los inconvenientes de un traslado al laboratorio y los tiempos para obtener el resultado. SDLE presenta un proyecto de detección in situ de contaminantes en aguas basado en espectroscopía de vibración en combinación con un software inteligente de autoaprendizaje de traducción de la información analítica espectral, en un lenguaje apropiado para la lectura inmediata por cualquier operador no especializado.